El lema de la religiosa fue “junto al pan, la herramienta”, y siguiendo esa premisa procuró las condiciones para dar a todos los habitantes del barrio una vida digna.
La evangelización, la educación formal, los valores cristianos, la formación en oficios y la promoción humana serán los pilares de esta obra que continuarán sus colaboradores.
Sor María, dejó un gran trabajo por delante, sus seguidores continuarán honrando su incansable entrega dando cumplimiento a todo según era su deseo, encomendándose a la Divina Providencia, como ella lo hacía.
La nueva Capilla bajo la advocación de “María, Madre de la Esperanza”, junto con la escuela, fueron los más grandes sueños de la Hermana María que intentarán hacer realidad quienes la acompañaron en vida y sienten su protección.